7 de junio de 2009

EL FÚTBOL ES UN ESTADO DE ÁNIMO

Apenas ha terminado la temporada (al menos la competición, ya que la temporada oficialmente termina el día 30 de Junio), los equipos han entrado de lleno en el carrusel anual que supone el período de fichajes, que se extenderá hasta el 31 de Agosto. Para mucho antes de esa fecha, el noventa y nueve por ciento de las nuevas incorporaciones estarán confirmadas, y los jugadores transferidos llevarán ya días, si no semanas, entrenando con sus nuevo compañeros. Es principalmente en este mes de Junio cuando se efectúan la inmensa mayoría de las transferencias, sobre todo aquellas de primera necesidad, en las que ya se lleva trabajando meses desde las secretarías técnicas.

Sin embargo, y aunque por suerte cada vez más vamos hacia un fútbol mucho más estructurado y profesional, y los clubes planifican su futuro con la debida antelación, seguirán quedándonos esos fichajes estivales, muchos de ellos convertidos en verdaderos culebrones, que siempre han alegrado el aburrido paréntesis entre una y otra temporada, y que, dicho sea de paso, sirve para que los diarios deportivos mantengan su actividad en una época del año en la que todo el mundo trata de huir de la rutina diaria.

"El fútbol es un estado de ánimo", dijo alguna vez Jorge Valdano, en una de sus múltiples acertadas frases. No tenemos más que ver la reacción que ha provocado la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid. El club blanco ha completado una temporada sin títulos, desarrollando un estilo deportivo totalmente sin rumbo, y con un convulsionado estado institucional, que ha hecho que la imagen del Mejor Club del Siglo XX se haya resentido, sobre todo ante la opinión deportiva exterior. Para colmo, el eterno rival ha firmado la mejor temporada de su Historia, consiguiendo un triplete que posiblemente tardará años en repetirse, puede incluso que otros cincuenta y tres (los que hace que existen la competiciones europeas). Sin embargo, la llegada de Florentino ha cambiado radicalmente el panorama, y ya llueve mucho menos en el Bernabéu. Apenas fue nombrado presidente, nombró un nuevo organigrama técnico, con un nuevo entrenador, Manuel Pellegrini, que transmite ilusión y confianza. Aún no ha cerrado ningún gran fichaje, pero lo hará, y este hombre es capaz de conseguir casi todo lo que se propone, como ya ha demostrado en épocas pasadas. Es un auténtico "conseguidor", pero por eso mismo también un gran "ilusionador". Llama realmente la atención que, desde el anuncio de su puesta en escena, "casualmente" el día después de la final de Copa que ganó el Barça, el club culé ha conquistado otros dos títulos, Liga y Champions, pero Florentino ha conseguido desviar la atención de tal manera que en determinados momentos se ha llegado a hablar más de su nueva etapa al frente del Madrid que del triplete catalán, lo que da una idea de la magnitud de su personalidad. Si realmente el fútbol es un estado de ánimo, el Real Madrid va a tener pocos problemas, al menos este próximo año.

El resto de equipos van a jugar también con esa baza. Los que han culminado una buena temporada, en pos de confirmar el buen trabajo con metas aún mayores. Y los que han tenido un año decepcionante, han de volver a ilusionar a su afición para que siga apoyando al equipo a recuperar el terreno perdido. Todo es a base de novedades, incorporaciones ilusionantes, y renovadas aspiraciones, que el tiempo dirá si han sido acertadas o no.