El partido que enfrentó el pasado miércoles en Mallorca a las selecciones de España e Islandia, y que terminó con victoria por 1-0 del combinado dirigido por Luis Aragonés, fue especialmente emotivo para un hombre que durante los últimos treinta años nos ha narrado los partidos más importantes emitidos por Televisión Española.
José Angel De la Casa se despedía con la narración de este partido de tres décadas de retransmisiones, en las que ha llegado a estar presente en más de mil partidos de fútbol. Comenzó en 1977, contando lo que ocurrió en el partido del 75 Aniversario del Real Madrid, y treinta años después se ha visto obligado a abandonar su puesto de trabajo, devorado por el proceso de regularización de empleo que se está desarrollando en el ente público.
De la Casa tuvo un estilo particular, que no agrada a algunos, pero que a otros nos sigue trayendo grandes recuerdos del pasado. Su voz, inevitablemente ligada a los partidos de la selección española, ha estado presente en seis Mundiales y siete Juegos Olímpicos, además de multitud de partidos internacionales a nivel de selecciones o de clubes. Ha retransmitido las últimas vientiocho finales de Champions, y ha cubierto casi trescientos partidos del equipo nacional español.
Ahora está de moda el “tiki – taka” y retransmisiones más apasionadas, pero yo siempre he preferido el estilo pausado de José Angel. A lo sumo, me quedaría con el de Carlos Martínez en los primeros años de Canal +. Ahora el narrador de la cadena privada parece haberse subido al carro de los “gritones”, y sus comentarios, antes sosegados y prudentes, han derivado en desmesuradas narraciones, elevando en demasía la intensidad real del partido y cayendo en ocasiones en la vulgaridad de cualquier hincha que está en la grada.
Opino que, yo al menos, no necesito que me cuenten con tanto vocerío lo que estoy viendo a través de una pantalla de televisión (diferente es si el partido lo tienes que seguir por radio), y por eso siempre he preferido que si hay alguien al otro lado hablando, lo haga con tranquilidad y dejándome disfrutar del juego. En cierta ocasión localicé a través de mi parabólica un canal inglés, que retransmitía partidos de la Premier, y lo hacía sin comentarios, sólo con el sonido ambiente. Se esmeraban en una realización “a la inglesa”, sin demasiados cortes ni repeticiones, y con una cuidada colocación del ángulo de las cámaras, dando al telespectador la sensación real de estar en el primer anfiteatro de Stamford Bridge o Anfield Road. De vez en cuando ponían una imagen general del campo, muy detallada, de tal modo que sentías tener controlado todo lo que estaba pasando en el terreno de juego.
Las retransmisiones de José Angel De la Casa me traen a la memoria grandes eventos, partidos históricos, y gestas irrepetibles. Quizás por eso, y porque admiro su manera de trabajar, siempre le contaré como uno de los grandes, si no el más, que he conocido como comentarista. Su forma de cantar los goles, que a algunos les pareció “sosa”, creó un estilo que todos hemos imitado alguna vez. En cualquier caso, De la Casa nos ha acompañado durante muchos años, y merecía una despedida más digna que la que TVE le ha dado. Sirvan como homenaje humilde y particular estas palabras de recuerdo y admiración para una voz amiga.
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