12 de enero de 2011

EL VERDADERO DUELO POR EL BALÓN DE ORO

La elección de Leo Messi como Balón de Oro FIFA 2010 ha creado cierta polémica, si bien a todo el mundo parece finalmente que le resulta justo que el premio haya recaído, por segundo año consecutivo, en manos del genial futbolista argentino.
Las encuestas previas daban como favorito a Andrés Iniesta, seguido por Xavi Hernández, y Messi parecía destinado a ocupar un honorable tercer lugar, habida cuenta de su discreto papel en el pasado Mundial de Sudáfrica, en contraste con sus compañeros de equipo, que fueron decisivos en la conquista del Campeonato por la Selección Española. Incluso, en diferentes medios de comunicación, se daba por hecho que Iniesta sería el segundo futbolista español en conseguir el preciado trofeo, cincuenta años después del único que hasta ahora lo ha conseguido, Luis Suárez, en 1960, siendo también jugador del F.C. Barcelona.
Pero cuando Pep Guardiola leyó el nombre de Leo Messi, a todos, incluido el propio argentino, se les escapó una mueca de incredulidad. Messi era en todas las quinielas el invitado de piedra, acompañante de sus dos triunfantes compañeros, y finalmente fue quien se llevó el trofeo a casa.
El Balón de Oro nació en 1956, por iniciativa de Gabriel Hanot, un periodista de la revista France Football, el mismo que, junto a Santiago Bernabéu y otras personalidades del balompié europeo creó, un año antes, la Copa de Europa. Hasta 2007, el Balón de Oro se decidía mediante los votos de casi un centenar de periodistas deportivos de todo el continente, y se otorgaba únicamente a futbolistas europeos. Alfredo Di Stéfano lo ganó en 1957 y 1959, siendo ya ciudadano español. En 1995 se introdujo una variación que permitía a futbolistas no europeos optar al galardón, siempre que militasen en equipos adscritos a la UEFA. George Weah, liberiano del Milán, lo ganó ese año, convirtiéndose en el primer futbolista no europeo en ser premiado. Después le seguirían Ronaldo en 1997 y 2002, Rivaldo en 1999 y Ronaldinho en 2005. En 2007 el trofeo volvió a sufrir un penúltimo cambio, mediante el cual iba a ser posible no ya solo que lo ganase un jugador no europeo, sino que también podía hacerlo un futbolista de cualquier club del mundo. Hasta hoy, no se ha dado el caso, y todos los ganadores del Balón de Oro lo han sido militando en equipos europeos.
Para entonces, desde hacía dieciséis años, la FIFA tenía su propio “Balón de Oro”, el FIFA World Player, que instauró en 1991. De las diecinueve ediciones de este galardón, en doce el ganador fue el mismo que el del Balón de Oro de France Football. El FIFA World Player no lo decidían los periodistas, sino los seleccionadores y capitanes de todas las selecciones nacionales afiliadas a la FIFA. Los votantes no eran los mismos, pero parece que sí lo era su criterio, al menos en la mayoría de las ocasiones. Los caminos de los dos premios parecían destinados a cruzarse, y en 2009 entregaron por separado su último trofeo. A partir de 2010, ambos se fusionarían en un único certamen, el Balón de Oro FIFA, cuyo primer ganador ha sido Leo Messi. En él, quienes deciden son todos los que lo hicieron en los anteriores formatos, es decir, periodistas ya no sólo europeos, sino de todo el mundo, seleccionadores y capitanes de todas las naciones.
Leo Messi es el mejor futbolista del mundo, eso lo saben los niños pequeños. Y con toda justicia, pese a que los favoritos eran Iniesta y Xavi, le han entregado el trofeo que le acredita como tal. Cierto es que cualquiera de los tres podía haberlo ganado, y de cualquier forma, hubiese salido del sobre de Guardiola cualquiera de los tres nombres, el veredicto resultante lo hubiésemos dado por correcto. Pero no se entiende cómo es que todo el mundo daba por menos favorito al hombre que finalmente se ha impuesto en las votaciones. Incluso los profesionales del fútbol, muchos de los cuales emitieron su voto, parecían convencidos de que el excelente juego de Iniesta y Xavi, su aportación al espectacular juego del Barcelona, y su decisivo papel en el Mundial de Sudáfrica, con gol ganador incluido del primero, serían base suficiente para que uno de los dos consiguiese el Balón de Oro FIFA.
Que la FIFA es un nido de corrupción también lo saben cada vez más niños pequeños. Intereses económicos de todo tipo mantienen un tinglado que resulta mareante. Todo este tipo de premios, galardones individuales y colectivos, condecoraciones, etc. casi siempre llevan detrás un halo de intereses arrastrado por toda la industria que se mueve y alimenta alrededor del fútbol. En las últimas horas ha salido a la luz una versión de los hechos ocurridos el pasado lunes en Zurich. Una versión que nos ha hecho situarnos de nuevo en la guerra de intereses que mantienen Adidas y Nike por el control del fútbol mundial. Las dos multinacionales acaparan el mercado de mega estrellas mundiales, y en los últimos quince años se han venido repartiendo los galardones del FIFA World Player. Los futbolistas brasileños Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho, junto a Luis Figo y Fabio Cannavaro fueron los buques insignia de Nike, mientras Zidane, Cristiano Ronaldo, Kaká y Messi lo han sido de Adidas. Ambas firmas se juegan mucho en cada certamen del Balón de Oro FIFA, mucho más que sus representantes sobre el césped, y de todos es sabido que en el mundo del fútbol hoy en día todo se mueve con dinero sobre la mesa, incluso los votos más sagrados, aquellos que se dan para elegir la sede de la fase final de un Campeonato del Mundo, por mucho que Angel María Villar se intentase convencer a sí mismo de lo contrario el pasado 2 de Diciembre, en la elección de Rusia 2018 y Catar 2022.
No es de extrañar por tanto que, algo tan liviano como la elección del Balón de Oro FIFA, se convierta, si no lo ha hecho ya, en otro gran pastel a repartir entre quienes venden su dignidad y su conciencia por un puñado de dólares. Leo Messi es “jugador de Adidas”, igual que Xavi Hernández. Andrés Iniesta lo es de Nike. Adidas, hoy por hoy, pese a tener una facturación inferior a la del gigante estadounidense, tiene una mayor participación en el mundo del fútbol. Leo Messi es un futbolista global, joven, y representa todos los valores que la marca alemana quiere publicitar para su expansión. Es posible que Xavi tenga la desventaja, con respecto al argentino, de que tiene ya casi treinta y un años, y su “catalanidad” le hace ser un icono menos universal. Andrés Iniesta quizás deba esperar un año más para hacerse con el galardón, porque Adidas lo ha ganado en los dos últimos años, y para el próximo ya le toca a Nike.

No hay comentarios:

Publicar un comentario